Vivimos rodeados de tecnología; y ya no hablamos de “nuevas tecnologías”, porque estas ya llevan tiempo con nosotros desarrollándose y mutando a cada momento. En un sentido, la tecnología es nueva cada día y esto es algo que nos agobia, más aún cuando tenemos familia. Los padres de ahora somos las únicas generaciones de la historia que han vivido “con y sin” una vida llena de pantallas. Nuestros hijos no. Y esto es un doble reto porque nuestros padres y maestros no pudieron enseñarnos nada, o
muy poco, al respecto.
Pero entonces: ¿Cómo gestionar el uso de la tecnología en mi entorno familiar? ¿Qué pautas y qué educación debo dar a mis hijos?
Para Andy Crouch, una familia tecnológicamente sabia tiene que ver con ayudar a desarrollar los talentos que están potencialmente presentes en nuestro interior y en los seres queridos más cercanos. La premisa del autor es que tenemos una responsabilidad ante Dios y que tratar de ser una familia tecnológicamente sabia (o lo menos necia posible) requiere fundamentarse en pilares como el respeto, la responsabilidad, hablar mucho y el ánimo a vivir una vida en plenitud.
Un punto fuerte de la obra de Andy Crouch es la concreción de estas pautas. Lejos del típico y árido ensayo teórico, el libro expone ideas prácticas para la sabia integración del uso de la tecnología entre los miembros de la familia, especialmente de los dispositivos con pantallas como móviles, Tablets o Smart TV. La propuesta del decálogo de compromisos tecnológicos para todos los miembros de la familia es un buen ejemplo del acertado nivel de concreción de las propuestas.
Algunas de las sugerencias del libro tratan acerca del uso compartido de la tecnología y otras son propuestas de actividades en común en las que no hay ningún recurso tecnológico presente. Una particularidad significativa para el cristiano es que algunas de estas propuestas, como la adoración en familia, son de enfoque espiritual.
El lector puede asumir las mismas pautas que plantea Andy o simplemente tomarlas como una tormenta de ideas, como un punto de partida para establecer sus propias pautas adaptadas a su familia. El libro realiza sugerencias en cuanto a lugares comunes y privados del uso de los dispositivos, así como pautas para la buena gestión del tiempo y control de contenidos. Obviamente, los recursos técnicos cambian cada día, ya sean Apps, controles parentales o cualquier otro elemento de utilidad. Sin embargo, la verdad última acerca de lo que es bueno o malo para las personas no cambia. Toda esta gestión no es fácil, pero cuanto más claros tengamos nuestros principios éticos y de buen criterio del uso tecnológico, más fácil será ejercer esta responsabilidad.
El libro es un buen punto de partida para cumplir con la exhortación del apóstol Pablo, que sabiamente nos aconseja “tened cuidado de vuestra manera de vivir. No viváis como necios sino como sabios, aprovechando al máximo cada momento oportuno”, Efesios 5:15-16.
Luis Marián
Estudió Periodismo, y Biblioteconomía y Documentación. Documentalista en la U. Carlos III, dirigió la revista cultural Suburbios, y coordina el movimiento cultural y evangelístico Delirante.org. Es pastor de la iglesia Agua de Vida en Madrid y portavoz de la ONG Enrédate Fuencarral, por la juventud la infancia y la familia.
Familias tecnológicamente sabias: Pautas para situar la tecnología en el lugar que le corresponde, Andy Crouch
Tomar las decisiones correctas para nuestra familia en cuanto a la tecnología no significa, simplemente, instalar filtros de internet y limitar el tiempo que nuestros hijos pasan delante de una pantalla. Se trata de desarrollar el carácter, la sabiduría y el valor en vez de aceptar la promesa de que la tecnología nos da de una gratificación fácil e inmediata. Se trata de desarrollar nuestro corazón, mente, alma y fuerza cuando somos tentados a contentarnos con el entretenimiento y la satisfacción que produce la acción de consumir. Y no estamos hablando solo de los niños.
Con base en una investigación original y exhaustiva, llevada a cabo por Barna Group, donde se muestra que a las familias les está costando manejar las nuevas realidades que presenta la tecnología, Andy Crouch lleva a los padres más allá de las típicas preguntas del “¿qué?”, “¿dónde?” y “¿cuándo?” para mostrarnos que, en un mundo lleno de dispositivos, existe la opción de escoger una vida mejor de la que habíamos imaginado.