Cada jueves, en la oficina de GBU y Andamio, paramos puntualmente a las 12:00 de la mañana para hacer lo que más nos gusta. Nos apasiona hacer libros, nos entusiasma saber a todos los lugares y personas que llegan; pero nos encanta parar nuestro ritmo frenético para poner cada idea en las manos de Dios, convencidos de que es donde mejor pueden estar. Le pedimos que él vaya delante, que dirija y que guíe.

Y así hemos superado 2016, que ha sido un año movido, lleno de proyectos, encuentros, lecturas y lectores. Estamos muy agradecidos por haber podido llevar a cabo series que nos ayudan a profundizar en lo que la Biblia nos quiere enseñar, como el Comentario exegético-práctico del Nuevo Testamento. Por poder hacer libros que nos llevan a conocer nuestra cultura y entenderla, para saber cómo aportarle luz con el evangelio, como los de Ágora (Por qué las ciudades son importantes, El corazón de la evangelización o El significado del amor). Por poder adentrarnos en el terreno del cómic con Luz en la oscuridad. Por todos los ebooks nuevos que hemos podido crear y todos los lugares lejanos a los que podemos llegar con ellos. Por haber tenido el privilegio de contar con la presencia de John Lennox, presentando Disparando contra Dios, y exponiendo ideas sobre la naturaleza de Dios y el cristianismo que nos han hecho reflexionar. Por poder publicar los materiales de Que no piensen por ti, que abordan preguntas difíciles que muchas veces nos plantea nuestro entorno. Por cada voluntario que nos ha ayudado con cosas grandes y pequeñas, pero todas necesarias. Por todos los apoyos que llegaron de muchas personas que ni siquiera conocemos personalmente. ¡Damos gracias a Dios por su visión!

En 2016 nos propusimos darte ideas para disfrutar de las páginas y las letras; y por ello creamos materiales para crecer en grupo, como Discípulos 24/7. Te hablamos de muchos clubs de lectura y cómo se organizan. Llevamos a cabo una nueva edición de 1 libro, 4 miradas, con Justicia generosa, de Tim Keller (gracias Noa, Hélder, Jordi y Dani). Conocimos iglesias que se esmeran por tener una buena selección de títulos en su biblioteca. Y compartimos el día del libro con aquellos que cuentan con menos recursos económicos (gracias Agape+, por darnos la oportunidad de hacerlo).

El año pasado también ha sido tiempo de incertidumbres. De no saber cómo van a seguir las cosas con nuestro distribuidor internacional, Libros Desafío. De recursos económicos que faltan. De propósitos no conseguidos…

Pero seguimos adelante, convencidos de que queremos buscar lectores y compartir con ellos el placer de leer, ayudar en la obra de construcción de cada persona, ofreciendo para ello materiales sólidos.

Seguimos reuniéndonos cada jueves a las 12:00 de la mañana para ponerlo todo en las manos de Dios.