Tenemos la oportunidad de hablar con Josep Araguàs sobre su libro La familia, un lugar de sanidad y crecimiento, que hemos publicado dentro de la serie Educación y familia. Quien mejor que su autor para entrar y ayudar a comprender mejor los temas que trata. ¡Muchas gracias Josep!
P: Uno de los temas que hilan todo el libro es la forma en las que los padres pueden comunicarse con sus hijos. ¿Es más difícil esta comunicación en el entorno ‘hiperconectado’ en el que se desarrollan ahora (internet, nuevas tecnologías, etc)?
R: Por supuesto, la comunicación con las generaciones más tecnológicas es mucho más compleja y añade nuevos retos al proceso, ya difícil en sí mismo, de entendernos y de llegar al corazón de las personas.
Sobretodo porque la tecnología en sus diversos formatos suple aparentemente las grandes necesidades de comunicación: ayuda a combatir la soledad, nos proporciona nueva información, llena nuestro tiempo de ocio, nos posibilita múltiples contactos con otras personas e incluso satisface nuestras necesidades de intimidad.
Pero aunque algo de todo esto resulta cierto, nada puede sustituir de forma satisfactoria, el vínculo que se crea en la comunicación entre padres e hijos, como detallo en mi libro.
Además, cabe recordar que esta comunicación en y desde la familia, sirve de matriz para futuros patrones de comunicación a establecer con otras relaciones personales. Con lo cual su ausencia o marcada deficiencia obstaculizará de forma seria el poder disfrutar del proceso comunicativo en la vida adulta.
Hablas en un momento de “la familia como unidad de tratamiento” en la que se puede encontrar sanidad. ¿Qué cosas realmente pueden ser resueltas, en un entorno familiar de confianza?
Al expresar que la familia en “una unidad de tratamiento”, intento subrayar que lo mismo que nuestras necesidades físicas durante los primeros años son resueltas dentro de la familia, asimismo lo son nuestras necesidades emocionales, dado que somos seres creados y diseñados para vivir en relación con los demás.
Toda relación de confianza nos permite alcanzar una vida de intimidad que resulta ser uno de los diamantes más preciosos que poseemos a lo largo de nuestra existencia. Significa sentirnos cerca de alguien y al mismo con total seguridad de que seremos bien tratados, lo cual afirma nuestra vida para siempre.
De un entorno de confianza sanador, emana nuestra autoestima, nuestra seguridad, nuestra fuerza para enfrentar problemas… y sobretodo nuestra capacidad para crear entornos de confianza con otras personas a lo largo de la vida.
¿Qué valores crees que las familias cristianas deberían reivindicar y modelar, hoy en día, en medio de nuestra sociedad?
Quizás la primera reivindicación sería que la familia retome su función de formadora de valores de sus hijos, en lugar de ceder esta función a entidades sociales (escuela, medios de comunicación, redes sociales…)
Los valores que la familia cristiana puede plantar en el corazón de sus hijos son múltiples (como detallo en mi libro), pero sobretodo me gustaría enfatizar dos cosas que van a modelar estos valores:
- Que los padres previamente los vivan de forma coherente y consecuente, porque esto implica que los valores se encarnan en esas personas que son para los hijos, figuras de autoridad e imitables.
- Que estos valores se siembren con amor. Que por encima de todo y en medio de cualquier circunstancia, los hijos se sientan amados en el ejercicio de los valores. Eso implicará por parte de los padres, sin duda: paciencia, respeto, sacrificio y esperanza.
¿Qué resultado te gustaría ver en los padres que lean el libro y sus familias?
Quiero ser muy humilde como escritor y terapeuta familiar. El texto que he escrito no es un libro de recetas. Las relaciones familiares son demasiado complejas, para poder ser transformadas o sanadas por un texto escrito.
Ahora bien, por el mero hecho de leer un libro sobre la familia, el lector ya recibe información que le puede llevar a nuevos planteamientos o a enriquecer los ya existentes.
Si además este libro se lee como matrimonio, se fomenta la interacción entre ambos padres, con algo tan importante como es el proyecto familiar.
Si además de leerlo, algún capítulo de los escritos sirve para profundizar en temas de la propia familia, el resultado será una mayor sanidad y crecimiento en esa familia.
Y si esto ocurre, el beneficio obtenido es impagable. Es decir el esfuerzo de adquirir el libro y el tiempo dedicado a leerlo habrán merecido sobradamente la pena.
Como escribo en el libro, en términos de terapia por poco que se haga, algo siempre se hace. Lo peor es no hacer nada. Y leer el libro es una pequeña acción terapéutica.
Si quieres seguir profundizando en el tema, puedes encontrar más información o comprar el libro aquí.
Y antes de escribir este libro, en una secuencia lógica, Josep Araguàs escribió el libro El matrimonio, un camino para dos, y este libro es importante porque el matrimonio es importante, aunque la gente piense lo contrario. Es una ayuda tanto para los recién casados, que deben iniciarse en este aprendizaje, como para los experimentados a los que quizá la rutina les ahoga. Aborda temas prácticos que invitan al lector a actuar, a hablar y corregir aquellas cosas que no funcionan correctamente. Puedes conocer este libro aquí.