“Buscad primeramente el reino de Dios” (Mateo 6:33). “Todo tiene su tiempo” (Ecl. 3:1).
Narradora (sale y anuncia el título): “Prioridades”.
María está sentada en una silla leyendo la Biblia. Entra otra con un corte en la mano; sale sangre. Se lo enseña: “¡Me he cortado!”.
María le dice: “Ponte una tirita. Estoy ocupada; no me molestes”.
Viene otra. “¿Puedo dejarte mi hijo durante una hora esta tarde? Tengo cita con el médico y no me lo puedo llevar. Está malito”.
María: “Lo siento. Hoy no puedo. Tengo un día de oración y ayuno y no puedo aceptar ningún compromiso”.
Suena el teléfono. La voz dice: “¿Puedes venir hoy de excursión con los niños? Una de las madres acaba de llamar diciendo que no nos puede acompañar. Hace falta otra monitora”.
María: “Hoy no puedo. Tengo otros planes para hoy”.
Otra entra y le interrumpe: “Perdona. ¿Vas esta tarde a la reunión misionera? Van a levantar una ofrenda especial para Puertas Abiertas. Necesitamos gente para ayudar con la merienda”.
María. “Lo siento. Esta tarde no puedo. Otro día, sí, pero hoy no. Tengo un día de oración y ayuno”. Luego María dice a sí misma: “¡Qué pesada es la gente!”.
María se va y entra Jesús con un grupo de discípulos.
Jesús: “Vamos a un lugar tranquilo para descansar”.
Discípulo nº 1: “Aquí viene la multitud”.
Discípulo nº 2: “Mándalos fuera. Es nuestro tiempo contigo. Estamos cansados”.
Discípulo nº 3: “Necesitamos tiempo contigo a solas. Estamos agotados. Hemos estado predicando en los pueblos y necesitamos descansar”.
Jesús: “Tengo compasión de ellos. Son como ovejas sin pastor. Han traído a sus enfermos. Han venido desde lejos para estar conmigo. Tendremos que atenderles. Después tendremos nuestro tiempo juntos”.
Discípulo nº 1: ¿No son más importantes las cosas espirituales que el servir a los demás?”.
Jesús: “Todo es espiritual cuando estás conmigo. La sabiduría consiste en saber qué toca ahora. Todo tiene su tiempo”.