«Se trata de una obra accesible y profunda a la vez»

El matemático y apologista británico John C. Lennox vuelve a mostrar en Abraham. El amigo de Dios su capacidad para entrelazar una reflexión bíblica rigurosa con la aplicación práctica a la vida cristiana. En estas páginas se adentra en la figura del patriarca no como un vestigio remoto de la antigüedad, sino como un creyente real, marcado por dudas, fracasos, promesas y pruebas que lo llevaron a ser llamado “amigo de Dios”.

El libro recorre los episodios decisivos de la vida de Abraham a la luz de Génesis: la llamada a abandonar su tierra, la espera del hijo prometido, la alianza con Dios, la intercesión por Sodoma, la crisis de confianza y, sobre todo, la prueba en el monte Moriah. Lennox ilumina cada pasaje con una exégesis clara y lo conecta con los comentarios del Nuevo Testamento —en Romanos, Hebreos o Gálatas— donde Abraham se convierte en modelo de fe para todos los creyentes. No es únicamente una biografía bíblica, sino una meditación sobre cómo vivir hoy esa misma confianza en las promesas divinas.

El gran valor del libro está en el estilo del autor: el rigor del estudioso se combina con la sensibilidad pastoral de quien busca edificar al lector. Lennox sabe situar cada escena en su contexto histórico y cultural sin abrumar con datos, y conduce la narración hacia lo esencial: cómo creer cuando no se ven los resultados, cómo esperar en medio de la incertidumbre, cómo confiar incluso en las pruebas más incomprensibles.

Se trata de una obra accesible y profunda a la vez. No es un comentario académico ni un manual devocional ligero: es una invitación a pensar en serio lo que significa la fe bíblica. El lector actual reconoce en Abraham a un peregrino vulnerable y cercano, pero también a un ejemplo que interpela y desafía. Lennox alcanza un equilibrio poco común entre enseñanza sólida y aplicación vital.

El autor insiste en que Abraham sigue siendo actual porque vivió lo mismo que afrontan muchos creyentes hoy: incertidumbre, luchas internas, promesas demoradas. En un mundo inestable, la figura del patriarca enseña que la fe no consiste en disponer de todas las respuestas, sino en aprender a confiar en Dios paso a paso. Su historia revela que la fe verdadera atraviesa dudas, errores y sufrimientos, pero se sostiene en la fidelidad divina.

Lennox logra que un personaje de hace cuatro milenios hable con frescura y autoridad a la vida cristiana del siglo XXI.

Su claridad, su enfoque bíblico-cristocéntrico y su tono humano convierten Abraham, el amigo de Dios en una obra ideal para quienes desean fortalecer su fe y comprender mejor las raíces de la confianza en Dios. Leerlo es redescubrir que la fe no es evasión ni sentimentalismo, sino una relación viva con el Dios que cumple lo que promete.

Samuel Arjona, reseña publicada originalmente en Edificación cristiana.


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