Este año hemos publicado Jugar a ser Dios, escrito por Andy Crouch, dentro de nuestra serie Ágora, y hemos hablado con Ruth Cook, su traductora. ¿Quieres saber más cosas sobre él?
1. ¿Qué te ha parecido el libro?
Ha sido un libro que me ha impactado porque el tema que presenta y la manera en la que lo hace me han resultado bastante desafiantes. El punto principal del libro es que el poder es un regalo que Dios nos ha dado al crearnos a su imagen y semejanza. Este poder nos lleva a prosperar o florecer si lo usamos realmente para representar a Dios (en vez de para jugar a ser Dios) porque lo usaremos para cumplir la misión que Dios dio a los seres humanos: ser fructíferos y multiplicarse. Aunque claramente Crouch basa sus argumentos en fundamentos bíblicos, nunca había escuchado antes la relación entre el poder y ser creados a imagen de Dios.
2. Si tuvierais que definir el libro en una palabra, ¿cuál escogeríais?
Como he dicho antes, ha sido un libro desafiante porque, a medida que el libro avanzaba, veía que mi imagen del poder no es tanto la que presenta el autor en este libro, sino que se parece más a la idea de que, aunque el poder no tiene porqué ser malo, hay que limitarlo porque siempre corrompe a la gente. Este libro me ha llevado a reflexionar mucho sobre mi propia perspectiva del poder y cómo afecta de manera práctica a mi forma de ejercer el poder.
3. ¿Qué crees que puede aportar a la vida de una persona que es cristiana?
Creo que hoy en día en el mundo (pero también en cierto grado entre los cristianos) existen dos grupos polarizados a la hora de considerar el poder. Para un grupo es un concepto problemático, puesto que creen que por naturaleza el poder es opresivo. Para otros, es importante hacer uso de su poder para controlar su destino y defender, incluso imponer, sus valores. Espero que la mayoría de los lectores cristianos de este libro no estén en ninguno de los extremos, pero sin duda este libro les ayudará a mantenerse en una posición más equilibrada, sobre todo, porque esa visión más equilibrada va acorde con lo que dice la Biblia, como nos muestra Crouch a lo largo del libro.

4. ¿Regalarías este libro a algún amigo o familiar que no sea cristiano?
Personalmente no. Si bien la idea del poder que presenta es bíblica e interesante y aunque pone ejemplos prácticos, creo que también aborda el tema con una gran profundidad teológica y filosófica que podría confundir o aburrir a un lector no cristiano.
5. ¿Qué uso le podría dar una iglesia? (por ejemplo, serie de predicaciones, grupos pequeños…)
Como no se trata de una lectura sencilla, sugeriría que sea un recurso sobre todo para aquellas personas que ocupan lugares de liderazgo en la iglesia. Pueden leerlo de manera individual o en grupo y debatir sobre qué implicaciones tiene el libro para la iglesia y cómo transmitirlo al resto de la congregación de manera sencilla. No estoy diciendo que el resto de la congregación no pueda leerlo y aprovechar su lectura, pero me parece un libro más adecuado para espacios de formación pastoral avanzados, ya que si se malinterpreta puede provocar cierta polémica.
6. Para un estudiante universitario, ¿tiene algo que decir este libro?
Sí, como decía en la pregunta cuatro, el nivel teológico y filosófico del libro es alto, por lo cual, este libro puede ayudar a un estudiante universitario al que le guste profundizar en los temas y no solo quedarse en la superficie. Le dará mucho en qué pensar.
7. ¿Qué dos razones nos darías para animar a otros a leerlo?
- Creo que no existe otro libro que aborde el tema del poder relacionándolo con la verdad bíblica de que somos portadores de la imagen de Dios de la manera en la que lo hace Crouch.
- El contenido es reflexivo, profundo, sugerente y te hará reflexionar. No dejará a nadie indiferente.
