¿Piensas que Dios está haciendo algo en tu lugar de misión?

Creo que no me pasó solo a mí. Posiblemente, al terminar de leer Deja que te cuente, tú también te quedaste con ganas de más. Y es que estas historias son magnéticas, porque lo que Dios está haciendo en su mundo nos atrae como un imán. Por eso, en cuanto me enteré de que Andamio publicaba un segundo volumen, empecé a leer esta serie de nuevas historias que nos desafían y animan, no solo a ver lo que Dios hace con otros, sino también a descubrir qué está haciendo Dios en nuestra vida diaria, en nuestro entorno habitual.

Algunas son historias sencillas, otras dramáticas, otras heroicas, otras valientes… pero todas ellas transmiten esta verdad: Dios usa a todo tipo de personas en todo tipo de contextos. Porque estas historias, en realidad, son testimonios de gente muy normal, como tú y yo, que muchas veces piensa que Dios no está haciendo nada extraordinario en su vidas.

Dios usa a todo tipo de personas en todo tipo de contextos.

Lo que Mark Greene quiere contarnos en este libro es que Dios está trabajando activamente en todas partes, que él también está interactuando con las personas con las que nosotros interactuamos, y que nos quiere usar en su misión.

Cuando le pedimos a Dios que nos utilice en un determinado lugar, cuando estamos pendientes de lo que está pasando a nuestro alrededor, cuando tratamos de detectar y suplir las necesidades de los que tenemos cerca… Dios empieza a abrir puertas. En algunos casos, se producirán cambios profundos; en otros, no llegaremos a saber qué está pasando y hasta qué punto están influyendo nuestras oraciones y pequeñas iniciativas. Orar por alguien no parece muy extraordinario, pero ¿podría ser la primera vez que alguien trae delante de Dios a esa persona? Muchas de las cosas que Dios hace a través de nosotros son pequeñas a simple vista, pero ¿qué no podrá hacer con las pequeñas cosas que dejamos en sus manos?

¿Piensas que Dios está haciendo algo en tu lugar de misión? Mark Greene está convencido de que sí, el problema es que muchas veces no lo sabemos ver.

Y aquí es donde este libro nos ayuda mucho. Necesitamos prestar atención, que alguien nos enseñe a detectar estas cosas; a veces, necesitamos unir nuestras historias a historias que ocurrieron hace miles de años y están registradas en la Biblia, otras, necesitamos compartir nuestras historias con alguien para ver desde una perspectiva distinta lo que Dios está haciendo.

Cuando empiezas a leer cada una de las historias nunca puedes imaginar cómo terminará. Y es que, de alguna manera, todas están inacabadas. ¿No es así como trabaja Dios? Es como una corriente subterránea que no vemos, pero que no para de transformar de manera constante el terreno sobre el que estamos. Finalmente, solo Dios conoce el alcance y el final de estas historias, que él va juntando y poniendo en orden. Él está atrayendo a la gente hacia sí mismo, y como acabe la historia, depende solo de él.

Tengo que reconocer que, al terminar este libro, me sigo quedando con ganas de más. Y no solo historias que pasan en el país vecino. Ojalá hagamos caso a Mark Greene, cojamos un cuaderno y empecemos a apuntar lo que Dios ya está haciendo en y con nosotros, en nuestros contextos más cotidianos. Que tomemos en cuenta su consejo y comencemos a preguntarnos unos a otros: “¿Dónde has visto a Dios en tu vida?”, “¿Qué te ha estado enseñando Dios?”, o “¿Qué te ha mostrado a través de la lectura de su Palabra?”. Que tengamos muchas historias que contar y que podamos animarnos juntos con lo que Dios ya está haciendo. Que seamos intencionales y que nos abramos a otros para decirnos: “Deja que te cuente…”.

Reseña escrita por Andrea Lagos, responsable de Comunicación de GB Unidos. A Andrea le gusta encontrar un buen libro que le retenga durante horas, pasar tiempo con la familia y amigos, ver películas (aunque últimamente tiende a quedarse dormida nada más empezar) y descubrir sitios interesantes.


Puedes hacerte con Deja que te cuente… aquí y con Deja que te cuente Vol. II aquí.

Deja un comentario