67 temas que de inmediato atraen la atención de los niños

No había leído más de doce páginas de este libro cuando me sorprendí pensando: «¡Ojalá hubiera tenido este libro cuando era niño!» y «¡Tengo que dejárselo a mis hijos!». ¡Lo recomiendo de corazón!

Así lo expresa Timothy Paul Jones, profesor del Seminario Teológico Bautista del Sur. Y no es para menos. Se trata de un libro dirigido a niños desde los ocho años, aunque también podemos considerarlo muy valioso para adolescentes, que no deja de sorprender por su manera de presentar la verdad de la fe cristiana. Ya la primera impresión que el lector recibe al abrir el libro le lleva a querer saber más de su contenido.

Sesenta y siete temas presentados de manera tan atractiva que de inmediato atrae la atención de los niños, y por supuesto de los mayores. Excelente papel de alto gramaje, pastas duras, excelente encuadernación y acertadas ilustraciones sin escatimar un buen uso de los colores. Pero si nos sorprende el “envase”, por cierto impreso en China, como muchas de nuestras Biblias, mucho más sorprendente es el contenido. ¿Cómo se las ha apañado el autor para conseguir que de manera amena y atractiva se desarrollen temas bíblicos fundamentales y enganchen al joven lector? Pues sin duda lo ha conseguido.

Y al decir temas fundamentales, sin querer ser exhaustivos, citamos algunos de ellos. Thornton, pastor bautista y director de una escuela de formación ministerial en Columbus, que ya había escrito obras dedicadas a niños, se atreve con todo en esta obra, desde describir las fiestas del pueblo de Israel con su significado espiritual, hasta introducir al niño en la función de la Ley, presentar el ministerio de los profetas, la poesía de los salmos o la explicación de por qué tenemos cuatro evangelios. Pero todo ello hecho con un gran dominio de la didáctica que ya quisieran muchos pedagogos. Incluso llega a abordar los géneros literarios en la Biblia, presentar breves biografías de grandes hombres y mujeres de Dios, desde algunos de los llamados padres de la Iglesia hasta otros mucho mas cercanos a nosotros; sin faltar algo de apologética, o pautas dadas al niño para su crecimiento espiritual.

Y para hacerlo más atractivo y entendiendo los intereses del niño, se le invita a hacer trabajitos manuales relacionados con algunos de los temas bíblicos presentados: fabricar una honda, que esperemos que no utilice en el salón; trabajar el barro, construir un reloj de sol o fabricar una catapulta.

En resumen, una obra que motiva a los niños a penetrar en el conocimiento de la fe cristiana y de la Biblia de una manera muy lúdica; una buena herramienta para padres y abuelos interesados en la formación espiritual de sus hijos o nietos. O quizás un buen regalo que no va a defraudar al niño que lo reciba. Y si la lectura que hace el niño es compartida con los adultos, entonces miel sobre hojuelas.

Alberto Arjona, reseña publicada originalmente en Edificación cristiana.


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